Una enfermera británica que pasó 28 días en coma tras contraer COVID-19 se salvó después de que los médicos le dieran Viagra como parte de un régimen de tratamiento experimental.

Mónica Almeida, una enfermera especializada en respiración, que trabaja en un hospital del condado de Lincolnshire y nació en Portugal, dio positivo por primera vez al virus el 31 de octubre.

Sufre de asma y a pesar de haber recibido dos dosis de la vacuna contra el COVID, perdió el gusto y el olfato y al cuarto día tosía sangre.

Después de visitar el hospital cuando sus niveles de oxígeno bajaron, fue dada de alta, pero el 9 de noviembre fue llevada de urgencia al Hospital del Condado de Lincoln porque no podía respirar.

La mujer de 37 años fue trasladada a cuidados intensivos una semana después. Ante el agravamiento de su condición, los médicos la pusieron en coma inducido el 16 de noviembre.

Cuando despertó, 28 días después, los médicos del Hospital del Condado de Lincoln revelaron que le habían dado una gran dosis de viagra como parte de un régimen de tratamiento experimental que ella había aceptado antes de entrar en coma

Salió del coma a tiempo para la Navidad, el 14 de diciembre, y se le permitió regresar con su familia en Nochebuena.

“Definitivamente fue el Viagra lo que me salvó. En 48 horas abrió mis ondas de radio y mis pulmones comenzaron a responder”, dijo Almeida al diario The Mirror. “Si piensas en cómo funciona el medicamento, expande tus vasos sanguíneos”.