El Covid-19 sigue estorbando la normalidad competitiva de la NBA. El último en caer ha sido LeBron James, la estrella de Los Angeles Lakers y principal referente de la competición en el siglo XXI. La franquicia no quiso dar detalles sobre el estado de salud del ‘6’, y nadie mencionó explícitamente el virus como motivo de su ausencia hasta que su compañero Anthony Davis habló sobre su amigo en la rueda de prensa posterior a la victoria por 92-117 de los Lakers sobre los Kings.
«Me ha dicho que se encuentra bien, que es asintomático, lo cuál es una buena señal», explicó AD. «Queremos asegurarnos de que vuelva. La salud es lo más importante, más importante que el baloncesto. Tiene una familia y queremos asegurarnos de que estará bien pase lo que pase».
LeBron entró en los protocolos sanitarios y de seguridad de la liga el martes por la mañana en Estados Unidos, lo que muy probablemente indica que dio positivo en un control rutinario y se tuvo que aislar inmediatamente. Según TMZ, el jugador se realizó tres pruebas diagnósticas antes de confirmar el positivo: la primera fue positiva, la segunda negativa y la tercera positiva.
Según la ESPN, la franquicia reconoció que su estrella deberá perderse más de un partido del equipo. Preguntado por la situación en la previa al duelo contra los Sacramento Kings, Frank Vogel no quiso soltar prenda.
«Obviamente es una gran pérdida. Es decepcionante. Solo queremos lo mejor para él ahora mismo. En eso pensamos», valoró el técnico de L.A. «Esperemos que sea algo a corto plazo, ya veremos», añadió.
A preguntas sobre los síntomas de LeBron, Vogel declinó hacer declaración alguna, aunque luego AD aclaró que el jugador se encuentra bien.