Este 24 de noviembre se cumplen 47 años del descubrimiento de ‘Lucy’, cuyo esqueleto es el más antiguo conocido de un Australophitecus, y ha sido considerada como ‘Madre de la Humanidad’.
El hallazgo de ‘Lucy’ por el paleontólogo estadounidense Donald Johansson en 1974 supuso el fin de un debate continuo, en el que unos expertos pensaban que los orígenes más primitivos del hombre estaban en África, pero donde realmente se hizo humano era Europa.
Lucy mostró que ocurrió en África del Este, y más concretamente en la región de Afar (Etiopía), donde la encontraron. Permitió decir de manera concluyente que el caminar erguido existe desde hace 3,5 millones de años, un gran salto en la comprensión de la secuencia de los acontecimientos de la evolución humana.
Las evidencias de que esta especie caminaba erguida se descubrieron en la pelvis, sorprendentemente diferente a la de un animal de cuatro patas como un chimpancé. Éstos tienen la pelvis estrecha con los huesos de la cadera mirando hacia adelante, mientras que la de Lucy es como la actual, amplia con los huesos de la cadera formando un cuenco, informa Wikipedia.
El cuerpo de Lucy todavía tenía piernas relativamente cortas y brazos relativamente largos, que es la clase de anatomía que se puede ver más en especie que viven en los árboles. Así que era un puente importante entre las que ahora se consideran especies antiguas y las modernas.
La especie de Lucy, ‘Australopithecus afarensis’, se extinguió hace unos 3 millones de años y el Homo del que se tiene evidencia más antigua es de hace 2.300.000 años. «Eso significa que el surgimiento de nuestro propio género ocurrió hace entre 2,3 y 3 millones de años, y eso es donde estamos buscando», declaró recientemente Donald Johansson, su descubridor.
Johansson ha explicado que el nombre de ‘Lucy’ viene de que estaban escuchando una cinta de The Beatles cuando encontraron los restos, y que entre las canciones se encontraba ‘Lucy in the sky with diamonds’.
FUENTE EXTERNA.