Sudáfrica ha sido señalado como el país más desigual del mundo en una lista de 164 Estados, según un informe del Banco Mundial. 

La falta de acceso a la educación y a la adquisición de habilidades, a los medios productivos y a la tierra, fueron identificadas como las causas principales de tal desigualdad. 

Se señaló además la incidencia de circunstancias heredadas, como la ubicación geográfica, el género, la edad, el origen de los padres, y la raza, sobre las cuales las personas afectadas no tienen ningún poder de cambio, y que ayudan a perpetuar su escaso acceso a la riqueza.