En los últimos años, cientos de personas han perdido la vida en la República Dominicana debido al consumo de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol.

La situación alcanzó un punto crítico en el 2021, cuando el Gobierno se vio obligado, incluso, a emitir un decreto, el 275-21, para regular la comercialización de metanol, etanol, isopropanol y propanol y evitar más muertes.

Ya sea clerén, triculí, tapa floja o el nombre que sea que se le pueda dar, es un mal que se mantiene presente en el país.

Hay que reconocer, no obstante, que desde la crisis del primer cuatrimestre del 2021, las fatalidades por consumo de alcohol adulterado se han reducido al mínimo en nuestro país.