Refugiados rohinyás han demandado a Facebook en Estados Unidos y el Reino Unido de manera coordinada y le reclaman 150.000 millones de dólares (unos 132.000 millones de euros) por haber alentado los mensajes de odio en su plataforma en Birmania (Myanmar).
En Estados Unidos, la demanda presentada en un tribunal de San Francisco pide la multimillonaria indemnización a Meta, la compañía matriz de Facebook, como compensación por la violencia y la persecución sufrida por los rohinyás.
La denuncia por negligencia en San Francisco ha sido presentada por los bufetes Edelson y Fields Law en nombre de Jane Dow, una refugiada rohinyá, y otros miembros de esta minoría, mientras que en el Reino Unido la demanda ha sido presentada por los abogados de McCue Jury & Partners en representación de una veintena de denunciantes rohinyás.
«Mientras que los rohinyás han sido desde hace tiempo víctimas de discriminación y persecución, el alcance y la violencia de la persecución cambió en la última década, pasando de violencia esporádica y abusos de los derechos humanos a terrorismo y genocidio en masa», alega la demanda de Edelson y Fields Law a la que ha tenido acceso Efe.
Los abogados de Estados Unidos alegan que la introducción de la red social de Facebook en 2011 en Birmania alentó, mediante sus algoritmos, «la diseminación de mensajes de odio, desinformación e incitación a la violencia», lo que, a su juicio, condujo al «genocidio de los rohinyás».
Los demandantes se refieren a las operaciones militares que en 2016 y 2017 que causaron al menos 10.000 muertos y el éxodo de más de 800.000 rohinyás a Bangladesh, donde continúan hacinados en los mayores campos de refugiados del mundo.
Los militares birmanos han sido acusados de supuestos crímenes contra la humanidad ante la Corte Penal Internacional y por presunto genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, ambos tribunales en La Haya.
Tras realizar una investigación interna, Facebook, que recientemente cambió el nombre de la matriz a Meta, reconoció en 2018 que no había hecho suficiente para frenar los mensajes de odio en Birmania y se comprometió a realizar cambios y contratar más traductores.
Desde entonces, el gigante de Silicon Valley, dueño también de Whatsapp e Instagram, ha establecido acuerdos con medios de comunicación y agencias para combatir los bulos y la desinformación en las redes sociales.
No obstante, los demandantes en Estados Unidos y el Reino Unido lo acusan de haber actuado tarde, pese a los avisos de ONG y de los medios de comunicación, para limitar los mensajes de odio contra los rohinyás.
«A pesar del reconocimiento de culpabilidad de Facebook y sus declaraciones sobre su papel en el mundo, no ha pagado ni un céntimo de compensación ni otra forma de reparación o apoyo a ningún superviviente», indica McCue Jury en una carta citada por el periódico británico «The Guardian».
Los letrados de Edelson y Fields Law alegan que la desinformación a través de Facebook continúa «hasta hoy en día» en Birmania, que se encuentra bajo una junta militar desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
«En el núcleo de esta demanda está la comprensión de que Facebook estaba dispuesto a intercambiar la vida de los rohinyás por penetrar el mercado de un país pequeño en el Sudeste Asiático», indica el documento legal presentado en San Francisco.