Por: Francisco Guerrero

El pueblo dominicano siempre a deseado vivir en paz, pero los gobiernos que hemos tenido no han puesto interés en resolver aunque sea mínimamente la problemática que nos aquejan.

No es posible que se roben el dinero del herario público,y no pase nada.

No es posible que las autoridades no puedan penetrar en un barrio, porque ahí mandan las bandas.

No es posible que los artículos de primera necesidad aumenten de precios, por el capricho de algunos malos comerciantes.

Tampoco es posible que sigamos pagando los apagones.

A los delincuentes no importa su categoría hay que ponerlo en su lugar, dónde ellos escojan: la cárcel, el hospital o el cementerio.

Pero al final del camino hay una luz de esperanza, Jesucristo, el que todo lo puede. 2 de corintios 5-17..