Cuando el Príncipe Harry decidió, junto a su mujer Meghan Markle, dejar de ser miembro de la Familia Real británica, asumió también que desde ese momento dejaría de recibir fondos públicos y no podría volver a utilizar sus títulos de Alteza Real. «Pretendemos dar un paso atrás en nuestro papel de miembros sénior de la familia real y trabajar para ser económicamente independientes, a la vez que continuará nuestro pleno apoyo a su majestad», informaron a través de un comunicado. Entonces, el Palacio de Buckingham llegó a un acuerdo con el matrimonio en el que, como parte de lo pactado, los duques de Sussex renunciaron a sus títulos reales y dejaron de representar a la Reina Isabel II -aunque se comprometieron a respetar sus valores-.

Además, el hijo de Diana de Gales y el Príncipe Carlos también tuvo que renunciar a sus títulos militares y a su papel como embajador de la Juventud de la Commonwealth.

Han pasado dos años desde que la pareja renunciase a ser parte de la realeza británica, asumiendo las consecuencias de perder sus títulos y privilegios. Esta semana ha salido a la luz una información que asegura que el matrimonio ha sido despojado de los últimos honores que les quedaban: las jefaturas de patronatos relacionadas con asociaciones benéficas y militares, así como organizaciones de servicio público y cuerpos profesionales. Y es que, al parecer, cuando un miembro de la familia Windsor está encargado de un patronato esto supone grandes beneficios para él. Para hacerse una idea, tan solo la Reina Isabel tiene a su cargo alrededor de 600 patronatos, a pesar de que en los últimos tiempos se ha visto obligada a renunciar a algunos de ellos debido a su avanzada edad.

A partir de ahora será Catalina de Cambridge, mujer del Príncipe Guillermo, la nueva patrona de la Liga Británica de Rugby, el organismo que desde 1895 gestiona las competiciones de este deporte en Reino Unido. Harry pierde así uno de sus patronatos más queridos, pues spor todos es conocido la afición del joven Príncipe por este deporte y en numerosas ocasiones se ha declarado fan incondicional de la selección inglesa de fútbol. Además, la monarca otorgará la jefatura del Real Teatro Nacional a la duquesa de Cornualles, esposa del Príncipe Carlos. Un honor que anteriormente pertenecía a Meghan Markle.