Más de 18 mil millones de pesos se han invertido en la majestuosa Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar y allí apenas se ofrecen hasta el momento servicios de consulta externa.
Mientras eso ocurre, parte de su edificación empieza a mostrar filtraciones y vicios de construcción y de los multimillonarios equipos instalados allí, unos se han dañado, algunos fueron robados y todos perdieron su garantía de mantenimiento sin nunca haberse usado.
Esa es la realidad de hoy de esa megaestructura, considerado el más grande y avanzado complejo hospitalario del país, con capacidad de unas mil camas, que empezó a construirse en el 2014 y dos de sus bloques fueron inaugurados en el 2021.
A la fecha, menos del 18% del complejo hospitalario está operando y lo único que se ha puesto totalmente en funcionamiento es el servicio de consulta externa, donde acuden cada día entre 5,000 y 7,000 pacientes, así como un moderno laboratorio clínico y parte del área administrativa.
Las restantes edificaciones del complejo, cuya obra de infraestructura está prácticamente completa, amueblada, climatizada y equipada, se mantienen al parecer en espera de que ocurra un “milagro” para abrir sus puertas y empezar a dar servicios a una población cada vez más necesitada de atenciones médicas especializadas.



