Dos hijos adoptados mataron presuntamente a su madre, que fue encontrada en el suelo del asiento trasero de su coche amordazada y con varias bolsas de basura cubriendo parcialmente su cuerpo.
La víctima presentaba varias heridas de arma blanca y la investigación apunta a que la muerte fue causada por un apuñalamiento en el cuello. Tras el transcurso de las horas, se han ido sabiendo más detalles sobre este suceso, por el cual han sido detenidos los niños de 13 y 15 años.
Las investigaciones apuntan a que el mayor de los dos hermanos, el de 15 años, apuñaló presuntamente a su madre en el cuello y con la ayuda del más pequeño, habrían desnudado a la madre para intentar limpiar el rastro de sangre que estaba dejando el corte. Después, se fueron a una panadería a desayunar, donde compraron unas palmeras de chocolate.
De vuelta en casa, habrían intentado tapar el cadáver con varias bolsas de basura pero, aún así, dejaron un rastro de sangre visible para la posterior investigación policial. Posteriormente la metieron en el coche familiar e intentaron huir en éste. Sin embargo, ninguno de los dos sabía conducir, por lo que chocaron contra una pared.
El objetivo de los jóvenes, según los agentes del Instituto Armado, era fingir un secuestro. De hecho, así lo confirma una conversación telefónica que tuvieron con la madre de la asesinada (su abuela), donde le dicen que toda la familia está siendo secuestrada.
Todo comenzó con una discusión
El suceso se desencadenó días antes, cuando supuestamente supieron en casa las notas del mayor de los hermanos. La madre, al parecer, echó en cara durante días al menor sus calificaciones escolares, algo que terminó en una gran discusión. La Guardia Civil sospecha que el menor de 15 años le clavó un objeto punzante en el cuello a su madre mientras estaban en la cocina peleando. La mujer presentaba signos de violencia.
Posteriormente, el cuerpo fue introducido en el coche, concretamente en el asiento trasero. Le ataron las manos ya que, como se ha dicho anteriormente, se pretendía simular un secuestro. Tras la llamada a su abuela, los agentes de la Guardia Civil localizaron al padre, que se encontraba trabajando y comenzaron la búsqueda de los menores.
Finalmente los encontraron a un kilómetro del lugar en un parque. En ese momento, el mayor intentó escapar mientras que el menor se quedó quieto.