El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que oficializa la salida del país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y ratifica la suspensión de fondos destinados a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
La decisión de la Casa Blanca refuerza el distanciamiento de EE.UU. de organismos multilaterales y se produce el mismo día en que Trump sostiene una reunión en el Despacho Oval con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien ha expresado en repetidas ocasiones su rechazo a la UNRWA y ha acusado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de actuar con parcialidad contra Israel.
Según fuentes oficiales, la salida del Consejo de Derechos Humanos responde a críticas sobre su funcionamiento y supuesta falta de imparcialidad, mientras que la congelación de fondos a la UNRWA se enmarca en la revisión de la política exterior estadounidense en Medio Oriente.
El Consejo de Derechos Humanos ha sido objeto de críticas por parte de la administración Trump, que lo acusa de permitir la participación de países con historiales cuestionables en derechos humanos y de mantener una postura sesgada contra Israel.
Por su parte, la UNRWA, que brinda asistencia a millones de refugiados palestinos en Cisjordania, Gaza, Jordania, Líbano y Siria, ha sido blanco de señalamientos de Washington y Tel Aviv, que la acusan de perpetuar el conflicto en la región en lugar de resolver la crisis de los refugiados.
La decisión ha generado reacciones encontradas en la comunidad internacional. Mientras que Israel ha respaldado la medida, organismos de derechos humanos y gobiernos aliados han expresado preocupación por el impacto de la retirada estadounidense, especialmente en la financiación de programas humanitarios para refugiados palestinos.
Con esta acción, la administración Trump refuerza su política de recortes a organismos internacionales y su respaldo a Israel, en un contexto de crecientes tensiones en Medio Oriente.